El pueblo granadino de Laroles levanta un escenario al aire libre para impulsar la zona.
Su empeño ha conseguido recabar el apoyo de grandes actores en redes sociales.
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Escenario del teatro al aire libre de Laroles |
Cuando estás dentro de una curva, a veces no percibes lo cerrada que
es hasta que sales de ella.
Anna Kemp, inglesa enamorada de Granada,
está inmersa en una. Es ella misma la que utiliza esta metáfora para
describir el proyecto en el que ha embarcado a una población perdida de
la Alpujarra, Laroles, de solo 700 habitantes.
Quiere construir un
anfiteatro,
un espacio al aire libre en el que realizar una programación estable de
representaciones. Del “¿Por qué no?”, pronunciado por el alcalde del
pueblo hace ya dos años, ha surgido un escenario y 150 localidades. La
inauguración está prevista para mediados de agosto.
Las redes
sociales son el altavoz de este rincón de Granada al mundo exterior. No
es nuevo pedir retuits a famosos para dar a conocer un proyecto, pero es
que ellos los solicitan con vídeos personalizados.
Por cada retuit, ellos prometen inscribir sus nombres en uno de los
asientos del teatro.
El que consiguieron de
Russell Crowe es un detalle
dentro de esta aventura, pero sirve como muestra de la apuesta de esta
pequeña comunidad por la cultura como motor de la zona. Insistieron
durante semanas, porque saben que una mención del gladiador, que incluso
preguntó cuándo inauguran el espacio, o la de Eduardo Noriega o de
Antonio de la Torre, por citar algunos ejemplos, es una ventana hacia
miles de seguidores.
Todo empezó en el entierro de un familiar de Kemp,
en el que descubrió que compartía “bis bis bis bis abuelo con Crowe”,
detalla. “Era lógico que si un primo es gladiador y la otra está
construyendo un anfiteatro se apoyen”, bromea.
El teatro se ha levantado en una era, una construcción que se utilizaba
antiguamente para trabajar el trigo, consistente en una piedra central
de la que nacen líneas radiales. Desde ella se observa la ladera sur de
Sierra Nevada. Cuando los obreros consiguieron eliminar todo el barro y
los rastrojos acumulados descubrieron este pavimento que se asemejaba al
sol con grandes rayos y la promotora del proyecto no dudó en usar el
astro como logotipo del teatro. “Me pareció algo poético”, apunta la
impulsora, ayudante de dirección de profesión.
El alcalde, Manuel
Escobosa, subraya además que esta era constituye uno de los pocos restos
de patrimonio histórico que se conserva en el pueblo. Los arquitectos
han utilizado la forma natural del terreno para dar forma a los asientos
y la mínima cantidad de cemento. Kemp, que conoció la Alpujarra cuando
trabajaba en el rodaje de
Al sur de Granada, de Fernando Colomo, asegura que se trata de una obra casi artesanal.
El espíritu de
Lorca estará presente en el teatro de Laroles. La
asociación cultural que gestionará el espacio, encabezada por Kemp, está
en constante contacto con la fundación García Lorca y quieren contar
con ellos para elaborar la programación, que será estable durante los
meses estivales. En el escenario también habrá música, gracias a la
acústica que proporciona el graderío.
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Unos operarios trabajan en la construcción de las gradas del teatro. |
El plan es que una iniciativa cultural como esta revitalice una zona castigada
por el paro en la que, sin embargo, los jóvenes siguen quedándose tras
casarse y donde desean que sus hijos crezcan. “Solo hacía falta algo que
les dé una oportunidad de seguir viviendo en su pueblo”, explica Kemp.
El término municipal al que pertenece
Laroles, llamado
Nevada y
compuesto por otros tres pueblos, cuenta con 108 escolares y tiene una
guardería con 12 niños.
“Estamos en una comarca deprimida y hay que innovar, aunque sea en un
mundo tan complicado como el del arte”, explica el regidor. De momento
la construcción ya ha dado empleo a miembros de unas 20 familias de la
localidad, situada a 110 kilómetros de Granada.
El dinero ha
llegado de donde menos se puede esperar en un momento en el que algunos
tildan la cultura de un artículo de lujo: de las instituciones. La
primera fase fue posible gracias a una subvención de la Junta de
Andalucía y los últimos pasos se han dado con fondos de la Diputación
Provincial. Unos 30.000 euros en total. Ahora buscan en el
crowdfunding, el dinero necesario para equipar el teatro.
Kemp explica así las dificultades: “Parece una locura, por eso hay
veces en las que tienes que mirar a los problemas de reojo, si no, nunca
habríamos llevado a cabo la idea”.
Web del Enlace del Proyecto
El País, Cultura.