La iniciativa, que impulsó la Bienal del Milenio del Reino de Granada se extiendió a las tres principales estancias de este edificio histórico, la llamada sala de refresco, donde se ha hecho uso de la imagen, la sala templada, donde impera el sonido, y la caliente, con la luz como máxima protagonista.
Concretamente, en la sala de refresco se ha instalado una proyección visual sobre dos columnas y sus característicos arcos, donde se emula la arquitectura del momento, de los artistas Javier Álamo y Javier Melgar.
En la última sala, la caliente, se ha usado un montaje de luces intimistas posadas sobre las paredes para emular el fuego de las calderas que caracterizaba este lugar de calor y purificación. Todo ello, para trasladar al gran público la importancia de la arquitectura, la luz y el sonido en este emblemático baño árabe situado a los pies de la Alhambra.
Hasta la fecha el Bañuelo es visitado por entre 11.000 y 12.000 personas mensualmente.
El vídeo fué realizado por Victor Rodríguez.