Voluntarios medioambientales y del programa ECOCAMPUS de la UGR han vuelto a poner en valor el recinto.
20 personas todas ellas de la Red de Voluntariado Ambiental
del Parque Natural Sierra de Baza y los voluntarios del programa de
sensibilización ambiental y empleo verde de la Universidad de Granada
(ECOCAMPUS). Han realizaron tareas de desbroce en el sendero interior
del jardín, han limpiado los alcorques y colocado nuevos tutores en
aquellas plantas que lo necesitaban y dejado en perfecto orden el
llamado “Jardín de los Niños” que es un espacio situado junto al
Centro de Recepción de Narváez, en el que se plantaron numerosos
árboles, entre los años 2004 y 2006.
La iniciativa tuvo una excelente acogida y consistía en plantar un árbol por cada niño que nació en el Hospital de Baza, inscrito en el programa, “Un árbol
para cada niño”. Con él se perseguía crear un vínculo entre los niños
nacidos en la comarca de Baza y el Parque Natural Sierra de Baza. Fueron
muchos los padres que inscribieron a sus hijos y posteriormente
acudieron a conocer el árbol que llevaba su nombre. Aunque con el paso
del tiempo se abandonó el cuidado del recinto.
En la actualidad el grupo de voluntarios está restaurando este espacio,
ya que el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas lo han ido
deteriorando. La pérdida de la mayoría de las placas que identificaban a
cada árbol, se ha suplido con la instalación de una señal en la entrada
en la que aparecen todos los niños participantes en esta iniciativa.
Ahora el sendero que permanecía oculto entre la vegetación silvestre ha vuelto a recuperar su trazado. El siguiente paso para la recuperación total sería la visita periódica de estos niños con sus familias. Un paseo por el sendero, un retoque en los alcorques, mantendría en buena forma este espacio. Para facilitar el acceso, en breve se instalará un cerrojo en la puerta de entrada para que, todo aquel que desee conocerlo, pueda acceder al recinto y, a la salida, cierre la puerta para evitar, de este modo, la entrada de animales que puedan dañar las plantas.
También es posible que los propios niños y sus familias recuerden donde estaba su árbol y lo pueda identificar.
Pues existen muchas fotos de visitas anteriores, realizadas por los
propios padres.