martes, 13 de mayo de 2014

Libro: La Casa del Chapiz, su historia oculta...

Antonio Orihuela y Camilo Álvarez repasan los seis siglos de existencia del edificio, sede de la Escuela de Estudios Árabes 


Los investigadores Antonio Orihuela y Camilo Álvarez de Morales presentaron ayer en el marco de la 33ª Feria del Libro de Granada su obra 'La Casa del Chapiz', que repasa los seis siglos de historia de este edificio, tanto desde el punto de vista puramente arquitectónico y patrimonial como en su condición de sede de la Escuela de Estudios Árabes desde 1932. Orihuela, director de este centro dependiente del CSIC, y Álvarez de Morales, investigador de la misma hasta su reciente jubilación, estuvieron arropados por representantes de las instituciones que han editado el libro: la directora de la Editorial de la UGR, María Isabel Cabrera, la vicerrectora María Elena Martín Vivaldi, la directora del Patronato de la Alhambra, Mar Villafranca, y el representante del CSIC, Ramón Rodríguez.

«El libro hacía falta porque la Casa del Chapiz es uno de los edificios de época andalusí más importantes de Granada y, después de la Alhambra, el que más cuadros y fotografías ha generado», explicó a IDEAL Antonio Orihuela, quien recordó que muchos de los artistas que retrataron los paisajes alhambreños se fijaron también en esta casa morisca entre la Cuesta del Chapiz y el Camino del Sacromonte, como John F. Lewis, que en 1833 realizó un grabado de una de sus ventanas, o George Apperley, que dedicó a Granada varias décadas de su trayectoria como pintor.

Aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo se construyó la casa, los autores apuntan que era una almunia nazarí que ocupaba desde su actual emplazamiento hasta el río Darro. «Tenía cuatro paratas escalonadas, a semejanza del Generalife, de las que solo queda la de arriba: en la segunda están las Escuelas del Ave María, en la tercera el Carmen del Negro, donde se está haciendo el Archivo Histórico Municipal, y en la cuarta el Palacio de los Córdova», explicó el experto, quien recordó que la almunia cumplía una doble función como «explotación agrícola y casa de placer para su rico propietario».

Lo que sí se sabe es que, a partir de 1525, pertenecía a dos familias moriscas, las de Hernán López el Ferí y Lorenzo el Chapiz. Fue pasando por diversas manos y deteriorándose hasta que, a finales del siglo XIX, su estado de ruina propició un clamor en Granada pidiendo su restauración.

En 1919 fue declarada Monumento Arquitectónico Artístico y el arquitecto director de la Alhambra de la época, Leopoldo Torres-Balbás, fue una pieza clave en su restauración en los años posteriores. El Gobierno de la República decidió dedicar el inmueble a albergar la Escuela de Estudios Árabes, que comenzó a funcionar en 1932. Así, los autores no solo se ocupan de la evolución de la casa y sus jardines, sino de la institución docente e investigadora, actualmente dependiente del CSIC, pero en la que la Universidad de Granada tuvo «un papel decisivo y primordial».

Orihuela explicó que, pese al estado de ruina que sufrió durante muchos años, la Casa del Chapiz conserva gran parte del edificio original. «A mediados del siglo XIX, por el abandono y la falta de mantenimiento, se hundieron dos crujías del patio grande, la que da a la Cuesta del Chapiz y la que da al sur, hacia la Alhambra. Cuando Leopoldo Torres-Balbás restauró la casa decidió, en lugar de reconstruir las crujías con obra, hacerlo con cipreses, siguiendo una técnica moderna de restauración que también empleó en el patio de Machuca de la Alhambra», resaltó.

Pocos turistas 

A pesar del abandono, la casa morisca no fue especialmente expoliada: apenas faltan seis columnas de una arquería de uno de los patios, que desaparecieron al caer la crujía. En cambio, otras piezas fueron puestas a buen recaudo: «La ventana que dibujó Lewis está en el Museo Arqueológico Nacional, que ha vuelto a incluirla en su colección permanente tras su reestructuración. En el Museo Arqueológico de Granada hay una pila de mármol de una fuente. Y en el Museo de la Alhambra están los elementos que sostenían la puerta de la sala principal». Los investigadores han utilizado por primera vez documentos procedentes desde los años 20 hasta la actualidad que se encontraban en los servicios administrativos y ahora se han catalogado y pasan a formar parte del archivo, a disposición de los investigadores.

El libro, que incluye una planimetría nueva con todos los detalles del edificio y sus jardines, está dirigido tanto a un público especializado como a cualquier persona interesada en conocer algo más sobre el rico patrimonio de la ciudad.

Antonio Orihuela considera que la Casa del Chapiz, quizá por ser sede de una institución docente e investigadora, recibe menos visitas turísticas de las que merece por su importancia y belleza. En la actualidad, está abierta todos los días de 9.00 a 18.00 horas y la entrada es gratuita. Eso sí: una vez que sea incluida en el recorrido turístico La Dobla de Oro, que promueve la Alhambra, habrá que pagar el bono correspondiente para poder acceder a su interior.

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